Con motivo de la celebración del Día del Libro pedimos a nuestras integrantes que nos recomendaran alguna lectura de escritoras centroamericanas. Acá te compartimos una breve selección:
La investigadora costarricense Lucía Leandro Hernández recomienda el libro Buenas costumbres (F&G Editores, 2011) de Denise Phé-Funchal, “donde la autora propone a través de sus cuentos una afrenta a diferentes situaciones sociales que condicionan a los sujetos, sobre todo aquellas que alienan a las mujeres y/o a los niños y niñas. Esto lo hace introduciendo dentro de la cotidianidad escenas de extrema violencia que son aceptadas por sus personajes, pero que desestabilizan la concepción de lo real del sujeto lector, proponiendo una estética político-contestataria que cuestiona los parámetros hegemónicos del poder y los estándares heteropatriarcales, lo cual hace de su escritura una forma de resistencia”.
La escritora e investigadora especialista en literatura centroamericana, Magda Zavala, recomienda el libro Penélope: Setenta y cinco cuentistas centroamericanas (Universidad Autónoma de Aguascalientes, 2017), que representa uno de los numerosos textos sobre escritoras de la región concretado gracias al trabajo sostenido en equipo. La antología fue compilada por Consuelo Meza Márquez y en una primera parte contiene ensayos panorámicos de la producción cuentística de cada país. Escriben esos ensayos Lucrecia Méndez de Penedo, Lety Elvir Lazo, Enrique Jaramillo Levi, Helena Ramos, Magda Zavala, Carmen González Huguet y Consuelo Meza Márquez.
Emanuela Jossa, investigadora y profesora en la Universidad de Calabria (Italia), nos recomienda la lectura de los libros de la salvadoreña Claudia Hernández. “Sus colecciones de cuentos presentan una articulación novedosa y personal de lo fantástico, aunque en diálogo con la tradición del género. Sus novelas experimentan una forma peculiar de discurso narrativo para contar con un estilo propio, sugerente, poderoso y efectivo, la guerra civil salvadoreña y sus secuelas, tal y como hace en Roza tumba quema (Laguna Libros, 2017), y la discriminación de género, en El verbo J (Laguna Libros, 2018)”.
La investigadora guatemalteca Brenda Marisol Arana recomienda Café express (Cultura, 2002) de su coterránea Isabel de los Ángeles Ruano (1945), “quien se atrevió a vivir entre sombras con la más clara lucidez”. La poeta por varios años sededicó a trabajar como vendedora ambulante independiente en el centro de la capital guatemalteca, donde vendía sus versos junto a lociones, desodorantes y jabones; en la actualidad, todavía deambula por la ciudad (Wikipedia). Por Café express, Isabel de los Ángeles Ruano recibió el Premio Nacional de Literatura.
Valeria Grinberg Pla, investigadora y profesora en la Universidad Estatal de Bowling Green en los Estados Unidos, recomienda la lectura de la novela In Times Like These (Heinemann Educational Books, 1991) de la escritora beliceña Zee Edgell (1940-2020): “Me parece importante visibilizar a esta autora que, al escribir en inglés, muchas veces no es tenida en cuenta entre las autoras centroamericanas de habla española. Sin embargo, sus preocupaciones sobre las injusticias raciales y de género que permean la sociedad moderna son relevantes más allá del contexto beliceño. Su uso de la ficción para criticar las estructuras patriarcales de poder (que por cierto tiene muchos puntos de contacto con la escritura de autoras como Tatiana Lobo, Anacristina Rossi, Claudia Hernández y Carol Zardetto) está imbricado en su experiencia de vida como mujer afrodescendiente, articulando un posicionamiento afrofeminista de gran actualidad para pensar las desigualdades en Centroamérica”.
Juana Ramos, investigadora y poeta salvadoreña, profesora en York College-La Universidad Pública de la Ciudad de Nueva York (CUNY), recomienda libros que visibilizan dos problemas que afectan a nuestras sociedades centroamericanas y latinoamericanas. El primero es Llévate los sueños, déjame los recuerdos (CONECULTA, 2020), de la poeta chiapaneca Chary Gumeta. “Si bien es de Chiapas, tanto la historia colonial y política de nuestros territorios (no podemos olvidar que Chiapas fue parte integral de Capitanía General de Guatemala) y nuestras correspondencias culturales nos acercan antes que separarnos. El tema que gravita en este poemario es el de las movilizaciones centroamericanas y la suerte que las personas (connacionales y del llamado “triángulo norte”) corren en el tránsito hacia los EE.UU.” El segundo libro es el poemario Una mujer cuelga del calendario (La Chifurnia, 2020) de la salvadoreña Kenny Rodríguez, “que pone de manifiesto el problema de la violencia social, de la transfobia y de los feminicidios, temas que estrangulan a nuestra sociedad”.
Silvia Gianni, investigadora y profesora en la Università degli Studi di Milano-Bicocca, recomienda la lectura de La familia y el olvido (Editorial Kalina, 2017) de Elena Salamanca, “propuesta narrativa que reflexiona sobre el dolor causado por las diferentes formas de violencias que atraviesan a El Salvador. Salamanca dibuja una cartografía del dolor que puede ir configurándose a partir de la historización del propio sufrimiento. Narrando el dolor propio, el ajeno y el compartido, en su conjunto, logra escribir una historia de la experiencia que inserta cada muerte y cada pérdida en un proceso histórico, permitiendo, de esta forma, que la mirada se dirija al proceso antes que a la escena final. Así, el sufrimiento deja de ser solo un hecho individual y toda muerte retorna a adquirir valor. De esta manera, los múltiples asesinatos anónimos, generados por acciones de violencia que no se han podido clasificar como repercusiones de la guerra, la presencia de pandillas o del narcotráfico, reciben la debida atención”.